❥ 🇸 🇪 🇮 🇸 

—Hola, Seth.—saludé al salir de la tienda y ver a Seth convertido en lobo frente a mi, el bajó la cabeza en saludo y vi a Edward, —-¿Dónde está Jake? ¿El ya...?

—No, aún no. Está viendo que todo esté seguro antes de irse.

Seth se fue y nos dejó solos.

—Lamento mucho lo de anoche, no debió ser fácil para ti.—jugué con mi collar.

—No va a estar en la lista de mis diez noches favoritas.

—¿Tienes una lista?

—Todas las pasé contigo.—sonrió, —Como cuando aceptaste...

—No.—paré, —No lo digas, sé que el está aquí, lo siento.

—¿Qué fue lo que aceptaste?—llegó Jacob y yo miré mal a Edward.

—Nada, después te cuento.—mencioné.

—Bien, tengo que ir a la batalla.

—Adiós, cuídate.—me despedí y Jacob se fue, —Sabías que estaba ahí.

—Tenía derecho a saberlo.—se excusó el vampiro.

—Yo se lo iba a decir, después.

La guerra ya había acabado, los Cullen y la manada ganaron, pero Edward se quedó quieto, pensaba en algo.

—La oigo pensar.—dijo Edward y mandó a Seth a irse, —Ella sabía que no estabas ahí, captó mi olor, sabía que estarías conmigo.

—Nos encontró.—adiviné mirando a todos lados.

—No está sola:—avisó confundido. Un chico salió del bosque cubierto de nieve, —Riley, escúchame, Victoria te esta usando para distraerme, sabe que te mataré.—vi a la pelirroja saltar a una rama de un árbol, —De hecho se alegrará de no tener que lidiar contigo.

—No le hagas caso, te dije que juegan con tu mente juegan con tu mente.—se metió en la conversación.

—Si, leo su mente, se lo que piensa de ti.

—Está mintiendo.—seguía la pelirroja.

—Solo te creo a ti y a este ejército para vengar a su pareja, a James. Es el único que le importa, no tú.

—Tú eres el único, y lo sabes.—se refirió a Riley, quien intercalaba miradas entre los dos vampiros.

—Piénsalo bien, tú eres de Forks, conoces el área, es la razón por la que ella te eligió, no te ama.

—Riley, no permitas que nos haga esto...sabes que te amo.

Riley miró profundamente a Edward, —Morirás.

Antes de que el chico saltara hacia el cobrizo, Seth apareció y empezó a luchar con el, le sacó la mano y Riley empezó a gritar.

—¡Tú solo quieres acabar con Ashly!—gritó Edward, pues Victoria ya se estaba yendo, —¿No es cierto? Quieres que yo sienta el dolor que sentiste cuando maté a James, cuando lo hice pedazos, cuando lo convertí en cenizas, cuando lo convertí en nada.

La mirada de Victoria se oscureció, como sus facciones y salió corriendo hacia Edward, ambos peleaban, corrí hacia un lugar más alejado y antes de que Victoria fuera por mi, Edward la atrapó.

Pero Riley atrapó a Edward, luego Victoria quería quitarle la cabeza a el cobrizo y yo no sabía que hacer.

Hasta que agarré una roca y corté parte de mi brazo, la sangre empezó a caer haciendo que Victoria y Riley me miraran y Edward pudiera librarse, Seth acabó con Riley y Edward con Victoria, le quitó la cabeza a la pelirroja.

Vi el cuerpo separado, sin sangre, no tenían nada de eso, Edward se acercó a mi, rompió parte de mi camisa y vendó mi brazo.

—¿Qué sucede?—pregunté al ver a Seth diciéndole algo a Edward, telepáticamente.

—Alice quiere que nos vayamos. Ahora.—prendió el cuerpo de Victoria en fuego.

—¿Cuánto tiempo?—preguntó Edward cuando llegamos con el resto del Clan.

—Unos minutos, tal vez diez.—dijo la hadita.

—La manada debe irse, los Vulturis no honrarán el tratado con ellos.—avisó Carlisle.

Un neófito restante salió y Leah en forma lobuna salió tras el, pero estaba perdiendo, Jacob en lobo se metió y la salvó, pero lo hirieron a él, los lobos lo destruyeron y mi mejor amigo volvió a su forma humana, se retorcía en el suelo.

—¡Jake!—grité acercándome a él.

—Jacob.—llamó el patriarca.

—Aguanta, Carlisle te va a ayudar.—dijo Edward.

—Tiene la mitad del cuerpo fracturado.—avisó el rubio.

—Ly...—susurró, el estaba sudando demasiado.

—Jake, tranquilo, no te preocupes.—pedía sin saber que hacer.

La manada salió tras unas rocas, en sus formas humanas.

—¡Jacob yo ya lo tenía!—protestó la chica.

—¡Leah!—regañó Sam y luego se agachó hacia Jake.

—Tengo que inmovilizar sus huesos antes de su empiece a sanar.—decía Carlisle, —Ya empezó.

—Hay que llevárselo de aquí, no ganaremos la pelea con los Vulturis.—dijo Edward.

—Vamos a casa de Billy.—avisó Sam y Carlisle dijo que iría en cuanto pudiese.

Sam y los demás lo cargaron y se lo llevaron.

—¿Y quién es ella?—pregunté al ver a una chica castaña, una adolescente de no más de catorce.

—Se llama Bree.—comentó Esme.

—Los Vulturis no la dejarán viva.—dije sabiendo lo que él harían, —Hay que sacarla de aquí.

—Le ofrecimos asilo si se daba por vencida.—intervino Jasper.

—No podemos hacer eso, los Vulturis sabrían, tiene que ser con alguien más...Carlisle.—pedí.

El dudó antes de responder, —Creo que tengo unos amigos que le podrían enseñar a controlarse, y a ser como nosotros.

—Cinco minutos.—avisó Alice.

—Hola.—saludé a la chica cuando me separé un momento de Edward, —Soy Ashly.

—Soy Bree.—se presentó algo temerosa.

—No te preocupes, no te haré daño.—traté de acercarme a ella.

—No, puedo lastimarte.—puso sus manos al frente.

—No si te controlas.—susurré y me acerqué a ella, la abracé y vi como dejaba de respirar, pero luego me correspondía el abrazo, fuerte, así que como pude le dije, —Bree, necesito mi espalda.

—Claro, perdón.—se separó lentamente, pro la tenía agarrada de la mano.

—Tres minutos.—avisó Alice.

—Tenemos que sacarte de aquí.—le dije poniéndome un poco más abajo, a su altura.

—No, no me quiero ir, quiero quedarme aquí, contigo. Ya te quiero mucho, me das buena vibra y la confianza de una hermana mayor, o de una mamá.—me abrazó de nuevo, un poco menos que antes.

—Yo también te quiero mucho aunque suene pronto, pequeña.—me separé y agarré su rostro, —Pero escúchame, los Vulturis te matarán, no les va a importar que seas una de ellos. Y tengo que protegerte, nos veremos después, te lo prometo.

La volví a abrazar, agarrando su rostro y espalda, ¿Cómo demonios la puedo querer si ni siquiera conozco la mitad de ella?

—Ve por el bosque, y encontrarás una casa con muchas ventanas un poco lejos del bosque de Forks.—Carlisle le daba indicaciones a la chica, —Toma el teléfono  y marca al contacto que dice "Clan Denali", diles que es de mi parte y que te manden la dirección a ese teléfono, vas a ir y te quedarás ahí, después te contactamos.

La chica asintió y se despidió de los demás.

—Suerte.—le susurré y Bree salió corriendo.

Un minuto después llegaron Jane, junto a tres vampiros más de la guardia Vulturi, Edward me tenía abrazada.

Los Vulturis que vinieron se sacaron las capuchas.

—Increíble, nunca había visto a un clan escapar intacto de un ataque como este.—empezó Jane.

—Tuvimos suerte.—excusó Carlisle.

—Eso lo dudo.—atacó la rubia.

—parece que los perdimos una buena pelea.—dijo uno.

—Si, no con frecuencia somos innecesarios.—apoyó Jane.

—De haber llegado hace media hora hubieran cumplido su propósito.—intervino Edward.

—Que pena...—contestó algo irónica, —Creí haber percibido el olor de uno de ellos.

—Lo destruimos, antes de que vinieran.—respondió Rosalie.

—¿Quién creo a esos neófitos?—inquirió Jane.

—Su nombre era Victoria, tal vez la conocías.—dijo Edward.

—Edward, si los Vulturis hubieran sabido lo de Victoria, la hubieran detenido ¿No es cierto, Jane?—preguntó ahora Carlisle.

—Claro.—asintió la rubia, —Los Vulturis no dan segundas oportunidades, ténganlo en mente, a Caius y Aro les gustará saber que sigue siendo humana.

—Se eligió el día para el cambio.—me metí en la conversación.

—Quiero ir a casa.—fue lo último que la rubia dijo.

Llegué a casa de Billy, me bajé del auto y vi a la manada afuera, con Sue Clearwater y Billy.

—¿Está...?—mi pregunta fue interrumpida por el grito de dolor de Jake.

—Ha estado así por un rato.—explicó Paul.

—Le están rompiendo los huesos.—siguió Quill.

—¿Por qué tuvo que meterse? Yo lo hubiera desecho.—renegó Leah.

—Vamos ya basta, Leah.—negó Paul.

Carlisle salió de la casa junto a Sam, —Ya pasó lo peor, estará bien. Le di morfina pero su cuerpo la consumirá muy pronto, regresaré para darle más.

—Gracias.—dijo Billy.

—Está preguntando por ti.—me dijo Carlisle.

Miré a Billy, supuse que el querría entrar a ver a su hijo, pero el asintió y yo entré.

Lo vi echado en su cama, tenía el brazo derecho vendado y sudaba mucho.

—Hola, Jake.—saludé en el marco de la puerta.

—Hola.—respondió sin moverse, así se lo hice yo. Me puse a su lado, —Estaba preocupado por ti.

—¿Preocupado por mi?

—Si, con lo de la batalla y eso...¿Qué era lo que tenías que decirme?

—Am, te lo contaré después, tienes que mejorarte.

—De acuerdo, tienes razón de todas formas.

—Lo sé.—reí un poco.

—Yo soy el hombre perfecto para ti.—empezó, —Conmigo, todo sería tan fácil como respirar.

—Sabes que te quiero.—murmuré, no quería dañarlo más.

—¿Sabes cuánto desearía que fuera suficiente?

Me levanté de su lado, —¿Quieres que vuelva?

—Necesito tiempo...pero siempre te esperaré.

—Hasta que mi corazón deje de latir...—caminé hacia la puerta.

—Tal vez aún entonces.—lo vi sonreír un poco y luego me fui.

—Cinco de agosto.—repitió Edward lo que le había dicho.

—Si, si calculamos, exactamente cuatro meses antes que mi cumpleaños, no tengo que ser mayor que tú.—dije jugando con mi pulsera, —Alice dijo que organizaría la boda.

El rió, —Si, seguro que lo hará. No hay prisa.

—Lo sé, pero mientras más pronto sea, menos doloroso será la despedida.—sonreí agarrando una de las tantas flores del prado.

—¿Entonces de veras dejarás que Alice planee todo el asunto? La tiara, el vestido, la recepción, los invitados ¿Te imaginas a quienes va a invitar?

—No, bueno la mayoría, también quiero ponerle mi toque.

El se levantó, yo estaba recostada sobre sus piernas, estaba literalmente encima de él, mis piernas rodeando su torso y descansando en el pasto, sus piernas me servían de respaldar.

—Dime ¿Por qué estás haciendo esto?—preguntó cerca de mi cara.

—¿La boda?

—No...quieres hacer feliz a todo el mundo, pero tú ya estás dando demasiado.—en cierto modo me regañó.

—No es cierto.—reí un poco y me levanté, —Y es algo natural en mi, siempre trataba de ayudar a todos. Pero no soy normal, y tampoco quiero serlo, he tenido que enfrentar muerte, dolor, y pérdida en tu mundo pero nunca me he sentido más fuerte, más real, más yo misma.

—¿Entonces no es solo por mi?—preguntó sonriendo divertido.

Solté una risa, —No, lo siento Batman, pero no, he tratado de decidirlo pero.—me volví a sentar en la posición anterior, —Quiero estar contigo, de todas las maneras humanamente posibles.

—¿Empezando por la boda?

—De hecho, primero haré algo un poco más difícil, y tal vez peligroso.—me acerqué a él, pero no lo besé, luego me levanté, —Hay que decirle a Charlie.—pateé suavemente su pierna.

—Eso suena arriesgado.—rió un poco.

—Que bueno que seas anti balas.—bromeé suavemente, —Necesitaré ese anillo.

Se levantó y me lo puso, luego me besó.

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Author's note:

¡Hola bbs!

¡Así es como terminamos la tercera entrega de Into you!

Gracias x todo. Lxs amo <3

Att: 𝙰𝚕𝚒𝚜𝚜𝚘𝚗 ♡︎✍︎

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